sábado, 20 de junio de 2015

Hasta siempre,Zorrito


Zorrito nació en Barros Blancos.En la casa de mi tía a las 3 y media de la mañana del 23 de mayo de 1997 con una estufa a cuarzo cerca y Gardel cantandole desde Radio Clarín.
Hijo de Zorra(de quien heredó el nombre)y de Huesito.
Tuvo una hermana que fue adoptada por otros parientes en Pueblo Colón(Lavalleja).


Zorrito llega a nuestras vidas el 10 de agosto de ese año a bordo de un Opel Concorde blanco en brazos de Gimena(mi cuñada).
Sus primeros tiempos transcurrian en dormirse junto a la estufa escuchando Radio Clarín y de día  echarse a jugar sobre las plantas de mi madre.Las que imaginarán desaparecieron por obra y gracia de sus filosos dientecitos.
Al año,poco menos,aparece Zapican.Perro adoptado de la calle con el cual compartian juegos,peleas y guardias nocturnas de 4 horas(juro que se las controlabamos por reloj).Amigos inseparables,en 2008 Zorrito tiene una operación por un tumor cerebral y Zapicán lo cuidaba desde prudencial distancia procurando no ladrar para no afectarlo.O no ladraba de tristeza y se le olvidó ladrar.Después de eso era raro escucharlo ladrar a Zapicán.Y Zorrito habia quedado sordo y ciego del lado
derecho,además,con una paralisis facial de la cual se recuperó a medias.


Zorrito era "un gallito".Era "el patrón de la cuadra".Era chico de tamaño pero se imponía a Manso,Rocky o al San Bernardo que tuvo "la osadía" de acercarse con esa actitud de oso de peluche gigante y bonachón con intenciones de jugar y Zorrito...si,el perro que toda su Humanidad era del tamaño de la cabeza del San Bernardo lo sacó a gruñido limpio mientras el San Bernardo en actitud de repliegue, seguramente pensaba: "yo solo quería jugar".El bravo Zorrito caminaba rumbo a casa sacando pecho en actitud triunfal.Mientras mi padre,en el otro extremo de la correa,reía con ganas.
Y si,con alguien que te sujete la correa cualquiera es muy valiente.
Pero eso no le quita mérito a mi pequeño Zorro.
Ya con 16 años sus caderas le comenzaron a fallar y se caía.A los 17 apenas podía caminar y estos dos últimos días ya no tenía movilidad ninguna en sus caderas y patas.
Siempre me resultó divertido y tierno llevarlo en brazos hasta el césped hasta que hiciera "sus necesidades".

 Y a él le gustaba,se acurrucaba mimoso y paseaba debajo de mi brazo derecho.
Hoy tocó el último paseo.
Tuve que cavar la fosa en la que descansaría para siempre.Llevarlo envuelto en una sàbana celeste con rayitas en mis brazos y recostarlo para su descanso eterno.
Saber que no va a sufrir mas.Que no le van a doler mas los huesos,que no va a tener mas ataques de epilepsia y que el inoperable "nuevo" tumor en su cabeza ya no le provocaría mas dolores me dió paz y ternura en ese último paseo.
Mientras dormía le llegó "el sueño de los justos" y su descanso es,al fin,en Paz.
Ahora que ha ha cruzado el arcoiris, imagino que jugará con Zapicán todo el día.Solamente espero que no se peleen demasiado...van a volver locos a los angelitos.
Descansa en Paz,mi pequeño gigante.

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