La noche del 31 de diciembre pintaba linda.Calorcito y cielo estrellado. Esperábamos el año nuevo mi madre,mi perrita y yo. No vino nadie de la familia,algo normal considerando
que,en estas fechas muchos toman sus vacaciones y pasan fuera de la ciudad. No es una fecha mas.No había ganas de festejar. O,por lo menos,de gastar en mas comida y bebida.
En el Norte y Litoral de mi país habían 25 mil personas evacuadas y quienes perdieron TODO por las inundaciones. Peor el panorama porque continuaba lloviendo en esas zonas. Mas de 50 años pasaron desde el ultimo desastre humanitario de esta naturaleza.
Somos 3 millones y de esos 3 millones de uruguayos,25000 estaban en refugios. ¿Se entiende la magnitud del tema? En Montevideo,habitan poco mas o menos 1.6 millones de personas.En los 18 departamentos restantes,1.4 millones. De los cuales,1 millón viven al Sur del Río Negro. Así que de 400 mil uruguayos...25 mil se quedaron sin hogar,el 6.25%.
Mucha gente.Muchos niños y abuelos que son siempre los mas dèbiles de la sociedad. Y un Ejército Nacional que codo a codo con voluntarios rescataban personas y animales y cocinaban,conseguían ropa,juguetes y artículos de primera necesidad.
No era un momento oportuno para celebrar. Claro,muchas personas festejaron a lo grande.Pero en mi casa no sentíamos esa pulsó festiva. Está bien. No critico. Cada ser Humano tiene sus creencias,costumbres y vivencias. Cada uno sabe lo que da o puede dar. En mi casa no había ganas de festejar.
Deseando que todas esas personas puedan volver a sus hogares y construir una nueva vida.Que las autoridades correspondientes no se olviden.La sociedad civil estamos siempre a las órdenes.
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